Igual te sientes identificado conmigo, que hace unos años, de repente me surgió el miedo a viajar.  Era pensar en hacer la maleta y me venía abajo simplemente el hecho del desplazamiento.  Cuando me subía al coche, avión o tren era una sensación de agobio y mi ego me decía que no iba a poder salir de ahí en un montón de tiempo y que me tenía que aguantar.  Esta situación me hacía sentir bastante mal, hasta tal punto que evitaba el ir de viaje en algunas ocasiones.  ¿Crees que esto es vivir? Para mí está muy claro, la respuesta es NO.

Te preguntarás que cómo lo he solucionado.  Pues bien, he de decirte que el miedo a viajar era la punta del iceberg a mis problemas: estaba terminando la carrera, tenía mucho estrés por los exámenes, no confiaba en mí misma, comía fatal… Un sinfín de problemas que hacían que viajar en avión, por ejemplo, fuese una situación amenazante para mí.

Tu problema no es el miedo a viajar

Muchas veces nos enfocamos a que tenemos miedo a viajar, miedo a desplazarnos y estar lejos de casa, pero he de decirte que ese no es el problema. 

En mi caso el verdadero problema era que me desconecté de mí misma, sentía muchísimo estrés porque mi futuro laboral era bastante impreciso.  Además no daba ni un duro por mí y llevaba hábitos de vida que no eran para nada saludables.

Entonces si no es miedo a viajar ¿qué es lo que te pasa? Esa es la pregunta que debes de hacerte.  Conecta contigo ¿qué es lo que pasa? Siéntate, háblate y cuéntate cuál es la situación que estás viviendo.

 

Haz un parón y pregúntate qué es lo que verdaderamente te pasa

Cuando aparece un día en nuestra vida la ansiedad piensas que es algo espontáneo, que aparece de la nada.  Pero en realidad es una serie de acontecimientos que son la gota que colman el vaso. 

La ansiedad como tal, es anticipación al futuro, predecir cosas que seguramente no pasen.  Y cuando yo tenía miedo a viajar, rumiaba el cómo me iba a sentir: supuéstamente me iba a agobiar, no iba a saber manejar la situación, me iba a poner nerviosa, iba a perder el control, me iba a volver loca y la gente se iba a quedar flipando por “cómo una loca” estaba perdiendo el control en un medio de transporte, ¿te suena?

Pues no te preocupes, porque no eres la única persona que ha pasado por ello.  ¿Qué podemos leer entre líneas de todo esto?

¿Qué hay detrás de nuestros miedos?

Puede ser que tengas mucho estrés en el trabajo, mucha carga familiar, estrés porque te has exigido mucho toda la vida… Un sinfín de causas que van sumando al iceberg que se está formando.

Cuando paré, un día, y miré a mi alrededor y mi relación con el entorno vi que no solamente tenía a miedo a viajar y en concreto a viajar en avión, sino que tenía falta de seguridad en mí misma.  No sé si te pasará a ti, pero a mí me daba mucha envidia aquellas personas que estaban durmiendo sin preocuparse por nada, así es como me quería sentir yo. 

Comprendí que el problema estaba en mi falta de autoestima, que mi problema era más allá de coger y montarme en el avión. ¡Mira todas las cosas que anticipaba! Que si me iba a agobiar, que si iba a perder el control… que si la gente me iba a mirar mal… ¿Por qué no cambiar esos pensamientos por otros más poderosos?

Sé que al principio puede parecer difícil el cambiar de pensamientos, para nuestro cerebro es mucho más fácil protegerte y decirte que lo vas a pasar mal (porque lo has hecho toda la vida), que decirte palabras desde el amor como: “Tranquila, o tranquilo, estás a salvo, son pensamientos simplemente y los pensamientos no son peligrosos.  Simplemente son pensamientos”.  O también: “yo soy capaz de montar en el avión (por ejemplo) y puede que al principio lo pase un poco mal, pero lo estoy haciendo muy bien.  Lo he conseguido y estoy aquí porque soy una persona luchadora que quiere superarse cada día y sentirse libre”.

Puede que al principio te estés muriendo de miedo, pero te aseguro que el poder de lo que te dices es muy valioso.  Si estás todo el rato visualizándote que vas a fracasar y que te va a dar ansiedad y que vas a tener miedo a viajar, ten por seguro que lo vas a tener.  A mí me ha pasado.  En cambio, si cambio mis pensamientos por unos más positivos y me visualizo pasándolo en grande en el destino al que he elegido.  Aquí tienes la llave de la libertad.

Flores de Bach para el Miedo a Viajar

Puede que hayas encontrado este post porque quieres buscar una solución a tu problema por el miedo a viajar.

Si lo que sientes es algo concreto, pasajero y cotidiano como viajar, ya sea la preparación porque lo asocies a montar en un vehículo, avión, tren etc., tu esencia adecuada sería Mímulo.  Esta esencia, te acompaña a que tomes una perspectiva objetiva en relación a lo que te da miedo.  Es decir, que si te da miedo a viajar en avión, Mímulo te ayuda a tomar una distancia para que evalúes ese miedo, ver si de verdad es un peligro y por ello tienes que tener miedo como una respuesta fisiológica o lo asocias a pensamientos que ha construido tu mente y tienes un patrón de pensamientos fuerte que tienes que derrumbar, ya que en realidad no existe ningún peligro.

Con Mímulo tienes que tomar las cosas con calma, los miedos se trabajan poco a poco, pasito a pasito, el resto con tu trabajo y desarrollo personal, surge, sin prisas.  Te aseguro que llegará el momento en el que sientas una paz infinita contigo y volverás a sentir el placer de viajar.  ¿Y sabes lo mejor? Lo has conseguido TÚ.  Sí TÚ.

También te he dicho que otro miedo que me surgía cuando cogía un avión o me montaba en el tren, era el perder el control y volverme loca.  A mucha gente que conozco también le ha pasado.  Decirte en primer lugar, que nunca va a pasar ya que ¿cuántas veces lo has pedido? Nunca ¿verdad? Cerasífera o Cherry Plum te acompaña, en este caso para que trabajes tu coraje, a decirte que tú puedes hacerlo.  Que tú puedes coger y hacer las maletas y montarte en ese avión o en ese medio de transporte que tanto temes, porque ¿sabes lo peor que te puede pasar? NADA. 

¿Sabes lo mejor te va a pasar? Magia.  Haz las maletas, sube a ese tren o lo que sea y te habrás abierto las puertas a la magia. 

¿Cómo tomar las Flores de Bach para el Miedo a Viajar?

Para ello cogeremos un tubo de 30 ml con cuentagotas, esterilizado como este y llenaremos dos gotas de cada esencia floral que puede comprarlo en cualquier herbolario o tienda especializada en esencias florales.  El resto lo llenaremos de agua mineral hasta llegar a la parte redondeada.

Empezaremos a tomar las esencias aproximadamente dos semanas antes de emprender el viaje 4 gotas cada 6 veces al día.

Medidas de soporte

Te recomiendo que cuando tomes las Flores, te dejes fluyas, es decir, que no te fuerces a sentir nada.  Deja que tus pensamientos fluyan y simplemente siente qué es lo que sucede a tu alrededor.  Puede ser que ahora te sientas más tranquila o tranquilo, que no le des tanta importancia a cosas que antes sí que las tenían para ti.  Que ves el viajar como una oportunidad para desarrollarte personalmente… Quizás sientas otras cosas… Si es así, te animo a que me cuentes.

Por otro lado, para anclar nuestro comportamiento hacia un pleno desarrollo personal para viajar, te recomiendo una serie de hábitos que deberías llevar a cabo para completar nuestro camino con las Flores de Bach.

  • Descansar mucho. Dormir 8 horas por lo menos para que la mente se sienta despejada.  Cuando más cansancio tengas, menos claridad mental y más ansiedad sentirás.
  • Visualizarnos: tu cerebro escucha lo que le dice la mente y ¡se lo cree! ¿Cómo quieres verte en tu viaje? ¿Feliz pasándolo bien? ¿Disfrutando de tu compañía? Practica todas las noches, cómo quieres que sea tu viaje ideal. Si se te cruza en tu camino algún pensamiento negativo, déjalo pasar, no le juzgues, simplemente agradécelo.

 

Si además necesitas profundizar más sobre tu desarrollo personal, te invito a mis consultas individuales donde sacaremos provecho de tus herramientas tan valiosas para alcanzar tu felicidad.

No te olvides de pasarte por mis Instagram @cheat_fit para estar al corriente de cómo puedes ser cada día más feliz y desarrollarte personalmente.

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